Este 18 de junio la ENC cumplió con su programación mensual de clases magistrales y recibió al cineasta John Petrizzelli un venezolano, que después de haber cursado estudios de comunicación en la UCAB y posteriormente de cine y televisión en la Escuela de Arte de Nueva York viajó por Asia y África para comenzar a contar historias.
Un nutrido grupo presencial y también online se dieron cita este miércoles 18 de Junio para que el invitado en esta oportunidad conversara sobre el cine de bajo presupuesto que es el mundo donde Petrizzelli se ha desenvuelto como realizador y director, porque es la forma como ha conseguido que nadie le imponga o le diga cómo contar lo que él quiere contar.
Y aunque sus últimos trabajos se desarrollan en España y trabajando para la Televisión autonómica de Andalucía, está en el país rodando una película de la que dejó algunas pistas.
El documentalista presentó a la audiencia estudiantil, tres de sus trabajos realizados casi sin presupuesto. Uno de los que mostró fue el cortometraje “El Embrujo”, en 1983, una historia real sacada de las páginas de las crónicas rojas venezolanos que cuenta la historia de una mujer colombiana que trabaja como fichera en un bar que desaparece después de haber conocido a un hombre que se suicida. Filmada con un crew mínimo y con la colaboración de mucha gente. Este trabajo le valió varios premios nacionales e internacionales.
Luego pasó a proyectar un corto de ficción: “Inmaculada – 2021” que rodó con muy poco presupuesto y de forma clandestina saliendo de la Pandemia en el parque El Retiro en Madrid, con el riesgo a que lo multaran por hacerlo sin permisos. Y con la colaboración de un pequeño equipo todos venezolanos. El corto trata sobre una mujer que se enamora de un tipo que visita el baño público que ella limpia en las inmediaciones del parque y que luego la deja por otra. Obra que también le sumó premios nacionales e internacionales.
Y finalmente, mostró el film “El Pozo – 2022” que rodó también es España, una historia que involucró a un colectivo de actores con discapacidad mental, en un pueblo a las afueras de Madrid, y la cual presenta a un niño monstruo que una mujer consigue en el pozo de agua en su propiedad; este hallazgo desata en el pueblo una disputa general por el dinero que pudiera representar. Este corto fue una suma de colaboraciones, entre los habitantes del pueblo quienes participaron de diferentes formas e hizo abaratar los costos en catering, comidas, hospedaje del crew, y hasta en los alquileres de locaciones.
La narración del director en cada una de las proyecciones dejó paso a las preguntas de los estudiantes y de los participantes virtuales a la clase que en su mayoría rondaban en cómo lograr colocar los trabajos audiovisuales en competencias internacionales y en plataformas de proyección foráneas.
Un poco más de 2 horas estuvo el invitado compartiendo y relatando su experiencia profesional en las instalaciones de la ENC, quien insiste en promover el cine de autor, la formación profesional y la experiencia de venezolanos fuera del país, que puedan dar continuidad a los futuros cineastas.
La Escuela Nacional de Cine mantiene el compromiso con el talento joven creando espacios de construcción y por ello seguirá promoviendo este tipo de charlas una vez al mes para toda la comunidad.
