Idilios

Acerca de la preproducción.

La idea se empezó a desarrollar en La Escuela Nacional de Cine bajo la tutela de los profesores de las distintas materias durante el curso del tercer semestre de la carrera en realización cinematográfica. La evaluación consiste en escribir el guión y desarrollar el proyecto a lo largo del semestre y presentarlo en tres pitch distintos. Los proyectos mejor desarrollados son aceptados por un jurado de profesores y pasan a la etapa de preproducción durante las vacaciones, que queda en manos de los mismos estudiantes con supervisión de los profesores y una reevaluación del avance del proyecto al comenzar el semestre siguiente (cuarto semestre), que es donde se graba con el apoyo de los equipos de las escuela. La dinámica entre los estudiantes y la escuela se asemeja en menor escala a la de una casa productora.

 En el caso de este proyecto, desde que empecé a desarrollar el guión, escribí los personajes principales de Francisco y Mariana pensando en dos actores  (Rohan y Lya Oyarzabal) con los que había compartido previamente en otras experiencias de proyectos estudiantiles. Solo faltaba hacer casting para el personaje de Valentina, la cual requería poder manejar el acento andino con fluidez. Por suerte logramos contactarla muy rápido (Valentina Gutierrez) gracias a que casualmente había participado previamente en un proyecto de tesis con otro estudiante de la escuela por lo que la información del casting le llegó rápidamente. Fue ideal su participación, ya que en el casting demostró poder interpretar el carácter indicado del personaje, además de tener experiencia en doblaje y acentos. Para los demás figurantes tambien tenia pensado, desde el desarrollo del guión, trabajar con un grupo de amigos con los cuales había vivido parte de estas experiencias previamente y los cuales me podrian brindar la naturalidad y autenticidad que buscaba para la fiesta con improvisaciones, por lo que solo tuve que ensayar algunas escenas con los actores principales. 

El equipo lo empecé a ensamblar con compañeros tanto de mi semestre como de otros semestres, les mostraba las versiones de guión que llevaba y comentabamos la historia. Durante vacaciones, tuvimos numerosas reuniones con el equipo técnico, visitas de locación, pruebas de cámara y sonido, además de conseguir ayuda con financiamiento adicional del productor ejecutivo de la obra Tania en 5 movimientos (Bladimir Aguilera). Solo se presentó un contratiempo: el director de fotografía nos tuvo que cancelar por un inconveniente con las fechas del rodaje. No fue una tragedia, ya que decidí que mi asistente de dirección (Saúl Liendo) podía ser el director de fotografía, debido a que entendía perfectamente la sensibilidad visual de la historia por haber estado presente en el proyecto desde la escritura del guión. Después contactamos a un amigo ex alumno de la escuela que se demostró tan interesado y conectado con la historia, que decidió hacer los sacrificios necesarios por ponerse al día con la producción y volverse el nuevo asistente de dirección.